Cada momento del día tiene su cosa, pero si tuviera que elegir mi momento favorito , diría que la mañana. Me encantan mis rutinas matutinas. Los mimos cuando suena el despertador...good morning...buenos días...entonces saco a mis perras al jardín para el pis de emergencia...preparo el desayuno...yo sólo tomo dos naranjas y un café descafeinado, a veces con nata y chocolate por encima, como el de la foto, pero paso una hora con Jim hablando de lo divino y lo humano...entonces me llevo a mis perras al paseo más o menos largo...vuelvo y es entonces cuando desayuno...avena con plátano o manzana...y hago una hora de ejercicio...aerobic, salsa, kickboxing o lo que toque ......y ya estoy preparada para lo que me echen...siete horas de clase, o un día de maruja, o lo que sea.

Estoy convencida de que si tu mañana es buena, las posibilidades de que lo que sigue lo sea también son enormes, o por lo menos, ya tienes recorrido la mitad del camino. Y de todos modos, no puedo controlar el resto del día en el trabajo, pero las mañanas...esas sí que son mías, y si para eso me tengo que levantar a las 7 cuando no empiezo a trabajar hasta las diez y media y vivo a 10 minutos del trabajo...

Algunos pensarán que estoy loca, cuando en la cama se está tan a gusto, pero yo lo cambio por el placer de no correr por las mañana...ya corrí bastante cuando viví en la locura de Madrid.