Voy de vez en cuando al blog del Instituto de la Felicidad, en Australia. Se llama "El blog feliz" y siempre tiene artículos muy interesantes...y un test, que yo por supuesto hice y me dijeron que era muy feliz...al menos ese día.
Pues en su artículo del 28 de Noviembre, o sea, de hoy dice que "puede ser que la felicidad sólo se encuentre a una carta de distancia" ...ni siquiera a la vuelta de la esquina, como se ha dicho siempre...sino mucho mejor, porque si lo que tienes que hacer para ser feliz es escribir cartas, pues mucho mejor que esperar a que aparezca, ¿no?.
Un profesor hizo que sus alumnos escribieran una carta "positiva", esto es, nada de pensamientos negativos a una persona cada dos semanas durante dos meses. Las cartas tenían que ser profundas y mostrar sentimiento de gratitud. Los estudiantes dijeron que su felicidad creció muy considerablemente y casi todos dijeron que seguirían escribiendo incluso después de que el estudio hubiera acabado.
Cuando decidí empezar con este blog, no quise que fuera una válvula de escape para desahogarme soltando mis problemas, sino que quería que fuera ligero, fácil de leer y de escribir. Lo empecé pensando en Jaime y Patricia, para que pudieran seguir a su madre, aunque hablo con ellos muchísimo, pero ahora, viendo que cada vez lo lee más gente, me alegro que no sea el pestiño terapéutico y tristón. Me encanta, pensar lo que mi padre lo habría disfrutado...mi padre, el escritor más ligero del mundo mundial.