Hoy ha sido el décimo aniversario del ataque a las torres gemelas. Ha sido un domingo normal, tranquilo, he estado aquí y allí y no he visto nada especial. Por la tarde, después del ensayo con Augie he ido a cantar country a un garito y allí el ambiente era también muy normal...gente bailando y disfrutando, como siempre. Al final se ha cantado "Amazing Grace" y todo el mundo ha cantado. Nada más.
Recuerdo muy bien cuando ocurrió, fue algo muy triste. Murió gente en su lugar de trabajo, gente común y corriente, ni siquiera soldados...gente en sus oficinas. Entonces y cada año después he escuchado a españoles decir barbaridades como que se lo merecían por ser americanos y yo me pregunto por qué. Por qué tengo que escuchar comentarios de españoles que me critican que celebre el Thanksgiving y sin embargo, ellos llevan a sus hijos disfrazados al colegio el día de Halloween.
He vivido 42 años en España y 8 en Estados Unidos. Tengo amigos en los dos continentes. Hay muchas cosas que me encantan de España y otras de aquí, como el Thanksgiving.
Es horrible pensar que tu marido vaya a trabajar una mañana y no vuelva. Es horrible aquí y allí. Es terrorismo. Nadie lo merece. Nadie.
¿Qué tienen en común un policía retirado del sur de Michigan y una yooper (alguien que es de la Upper Peninsula) española. La respuesta es: buena música.
Adele y Christina Aguilera o Christina Aguilera y Adele. Dos de las mejores cantantes que ha habido y de las modernas, mis favoritas. Dos voces que no me canso de escuchar...Christina en el coche, para cantar a voz en grito y Adele, con menos grito, porque mi marido se asusta. Bueno, de cualquier modo, a ver si se me pega algo...¡toreras!
Por fin me he decidido este fin de semana largo...bueno, largísimo, porque hoy es el día del trabajo aquí y no se trabaja, a colgar mi colección de platos, mosaicos, etc. Como no me gustan los colgadores típicos, porque los platos quedan muy separados y además son muy caros, pues he estado todo el fin de semana inventando maneras de colgar los platos...técnica que he ido perfeccionando a medida que los platos se iban cayendo...uno en la mitad de la noche, sin ir más lejos. Bueno, además de los sustos, sólo hay que lamentar una pérdida irreparable...las demás se han podido arreglar.
Decimos "está como un niño con zapatos nuevos" cuando alguien está muy contento, pero lo que de verdad hace feliz a un niño es una mochila nueva, o como en este caso, la primera mochila de Kade, que por supuesto, después de llevarla un rato a la espalda sintiéndose un señor importante, pensó...un momento...si tiene ruedas...voy a conducirla".
