Estos son Bob y Ann, nuestros vecinos de enfrente vestidos para dar caramelos a los niños. Y las dos fotos siguientes son de mi nieto Aaron, que también se pasó ayer por aquí para asustarnos.
Ayer fue Halloween, y Jim y yo pasamos dos horas en la puerta de casa repartiendo caramelos y chocolatinas a chavales y no tan chavales que vinieron con su bolsa para pedir. Mi hija Patricia me cuenta que en España se celebra cada vez más, lo que me hace pensar en la doble moral de tantos españoles que dicen odiar Estados Unidos, pero a la hora de divertirse, comprar o vender, se sienten fascinados por la cultura de aquí.
A mí me encantaría que mi nieta Abril conociera la cultura de aquí, aprendiera perfectamente el idioma y se sintiera unida a este país, lo mismo que me gustaría que Aaron y Kade se sintieran unidos a España. Hablo de la cultura real, no de cultura popular y de la tele... porque esa no me gusta ni la americana ...ni la española.