
Se puso contentísima, me dijo unos cuantos piropos, me preguntó por mi vida y le dije que el año que viene la llamaría otra vez, a lo que ella contestó que no estaba segura de estar en este mundo.
Cuando colgué, me alegré muchísimo de haberlo hecho, ella nunca fue una suegra fácil, pero después de 21 años casada con su hijo entiendo que me eche de menos, como me dijo.
El miércoles empiezo una clase de Zumba, salsa-baile-gimnasia...todo sea por el karma.
1 comment:
ooooohhhhhhh yeaaaahhhhh!
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