Ayer fuimos con Aaron al cine, porque había una película que quería ver..."'Where the wild things are". Yo llevaba 9 años, 9 sin ir al cine y era mi primera vez aquí en USA.
No acostumbrada, no sólo al cine, sino a ver películas, la pantalla me pareció inmensa. Y lo que me dejó alucinada es el cubo de palomitas...algo así como (y no exagero) 5 veces las palomitas que tienes con una bolsa de microondas.
La película me sorprendió mucho por la estética tan poco Hollywood, y aunque parece que está marcada por el libro, podía muy bien haber sido todo mucho más "mono", pero no...el paisaje era de lo más realista y la historia también. Nos gustó bastante, y aunque la considero una película para adultos, a Aaron le gustó tanto que esta noche va con su madre a verla otra vez.
Después vinimos a casa y ha dormido con nosotros, entre medio de los dos...conclusión...no hemos pegado ojo...Jim un poco más. Toda la noche oliendo a mango, porque nos echamos crema de mango en los pies, bueno...Aaron por todas partes. Bueno, todo ha merecido la pena por disfrutar de los abuelos y los abuelos del nieto. Eso sí...esta noche voy a coger la cama con un gusto...
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