Sunday, March 20, 2011

Disciplina

Esta mañana estaba pensando en lo que la carrera me enseñó. Estudié filología inglesa. Volví a estudiar -bueno, realmente empecé a estudiar, porque antes no había estudiado nunca - a los 26 años, con dos niños de 4 y 9 años. Tuve que volver a hacer el COU, porque lo tenía suspenso, así que con 26 años me apunté a un instituto de San Blas por la mañana para hacer el COU y la selectividad.
Recuerdo el primer día en la Complutense como uno de los más felices de mi vida.
Estudié como una bestia, no hacía otra cosa que ocuparme de mis hijos y estudiar, estudiar y estudiar. Hacía las traducciones de latín mientras mis hijos estaban en la clase de Kárate, en un sillón del gimnasio, haciendo malabarismos con el libro, el cuaderno, el diccionario, el lápiz, la goma...mientras las otras madres pasaban esa hora charlando, matando el tiempo. Yo no tenía tiempo que matar.
Los fines de semana eran para mi familia, pero en el momento que los niños estaban en la cama, yo estudiaba y estudiaba.
Un día llamé a una compañera de clase un viernes por la tarde.
-¿Está Mercedes?
-No, no está, ha salido..¿la necesitabas para algo? (la madre)
-No...era para preguntarle algo de un examen
-Pero...¿ya teneis exámenes? si acabais de empezar el curso.
-No, bueno, el examen es dentro de 3 meses...

Entonces la madre, pensando que yo era una chica de 18 años como su hija, me soltó un discurso larguísimo de cómo había que disfrutar cuando se es joven, y de que hay un momento para todo y que estudiar es muy importante, pero también salir y hacer amigos y pasarlo muy bien.

Bueno, pues pensando yo esta mañana en lo que aprendí en esos años en la carrera, pienso que lo importante no fue el latín, el hebreo, el inglés antiguo, moderno o nada de lo que estudié, sino la disciplina que aprendí. Cómo aprendí a aprovechar el tiempo y a organizarlo. Cómo aprendí a estudiar, a razonar y a utilizar la memoria.

Creo que el hecho de tener una carrera me da la confianza de ir con un título bajo el brazo, pero lo que es incalculable es la disciplina que aprendí, el haber aprendido que por muy "espíritu libre" que sea, sin disciplina...no voy a ningún lado.

1 comment:

Marisa said...

Otros también aprendimos muchas cosas de nuestros compañeros, por ejemplo, de ti. A mí me maravillaba que pudieras escribir tan bien con la mano derecha a pesar de que eras zurda, que nos hablaras de la música que te gustaba o de los libros que, a pesar de tanto trajín, te daba tiempo a leer.

Creo que todos te admirábamos mucho. Tu fuerza de voluntad, tu generosidad... personalmente sólo tengo buenos recuerdos tuyos.

Ahora que lo pienso... a lo mejor tú a mí no me recuerdas (soy aquella flaca a la que solías decir: "pide tú el café, que ti te harán más caso porque tienes los ojos verdes"), pero da igual. Lo que importa es todo lo que aprendimos, dentro y fuera de las clases.

Por cierto, te veo estupenda en las fotos. No has cambiado nada, excepto ¡que ahora te gusta cocinar! ¡eso sí que ha sido un cambio! :-)

Un beso enorme de tu antigua compañera de clase.