¡A por Dublin, Jaime!

Mi hijo Jaime debe de estar embarcando ahora para Dublin. Mañana empieza a trabajar allí. Yo le admiro muchísimo, porque nunca se ha conformado con el estado de las cosas si piensa que puede mejorar y eso en este mundo con tanta gente que no hace nada por su vida mas que quejarse de su mala suerte, es una cosa que hace que me sienta muy orgulloso de él, así como de Patricia...los dos son luchadores.

En estos días estoy pensando tanto en él que ayer llamé Jaime a Phoebe y hoy, a Ginger.

Aunque pienso que tendremos que hacer un doble esfuerzo por reunirnos de ahora en adelante, sé que siempre tendré una relación con mis hijos, más allá de los kilómetros que nos separen.

Muy buena suerte Jaime, aunque no la necesitas...así que diré....¡a por ello!