Descansa en paz, Don Panocho

Hoy me he enterado de que Panocho ha muerto. Estoy muy triste. No me lo quito de la cabeza. Estoy muy triste por Rosa, porque me imagino cómo lo tiene que estar pasando, habiendo tenido que sacrificar a su querido perro...y estoy triste de pensar que nunca voy a volver a verle.
Los que tenemos perro sabemos lo que se les quiere.
Le conocimos Jaime y yo en la tienda de Rosa cuando era un cachorrito...un cocker pequeñito y precioso. Me acuerdo que se hacía pis por toda la tienda. Y después creció para hacerse un perro señor, más bueno que el pan, con una única debilidad...el agua. Ahí no atendía a razones.

Cuando nos íbamos al Pardo, siempre había un momento que desaparecía para llegar calado hasta los huesos y con la mirada de...sí, sí, ya lo sé, pero la carne es débil...con la consiguiente desesperación de Rosa...que te bañé ayer...que tengo el coche limpio...que siempre me haces la misma...

El viernes le estuve contando a Jim de Panocho, sin tener ni idea de lo que había pasado. Le conté que era el ídolo de Phoebe cuando era cahorrita y que siempre me recordaba cuando volvía a verle.

No sé cuántas veces le pedí a Rosa una foto de él, pero se ofendía porque decía que nunca le había pedido a ella una foto...ahora siento mucho no tener una para mirarle.

Descansa en paz, Don Panocho.